Es curioso, hace exactamente un año me dió gripe y esta semana se repitió. Lo único bueno de enfermarse es que, forzosamente, hay que reposar y eso elimina las excusas para avanzar con las lecturas. Afortunadamente superé mi convalecencia con dos libros que guardan ciertas similitudes y me entretuvieron los días de semana. Este finde ya le he entrado con fuerza a Los hombres que no amaban a las mujeres de Stieg Larsson. Y por siaca, me abrigo no me vayan a dañar los 21 grados bajo cero que sufren los personajes en esa historia, que ya me estoy recuperando de mi resfrío y no quiero recaer. La trilogía Millenium ya será motivo para otro post.
Señora de rojo sobre fondo gris - Miguel Delibes (1991): Es la primera obra que leo de este autor español y hacía tiempo no leía algo con una prosa tan límpida, con un castellano tan increíblemente sencillo y castizo, pero con mucha expresividad. Eso es, sin duda, lo que más impacta del libro, desde la primera página. También sin duda, el personaje de Ana y lo conmovedora y creíble que llega a ser la historia del sufrimiento y la relación entre los dos esposos y de éste con la pintura.
El único punto en contra quzás sea la trama, no hay mayor emoción desde que ya sabemos cual va a ser el final. Pero al margen de eso es una nouvelle super recomendable, un texto de optimismo que nos alegra como ver a una chica de rojo que resalta y da vida al fondo gris de la existencia. Cuando la empecé, empezó mi gripe y aunque me sentía incómodo por tan molesta enfermedad, luego de leer lo que le sucede a la pobre protagonista, no es nada. En eso los libros, nos ayudan hasta para darnos ánimo.
Del amor y otros demonios - Gabriel García Márquez (1994): Una prosa barroca y recargada, completamente distinta a la del libro mencionado líneas arriba, pero de gran belleza. La pasión de Sierva María de los Ángeles y Cayetano Delaura es tán intensa que inunda de luz toda la historia, oscurecida por la incomprensión de la época y la ignorancia de la gente, que como un eclipse, cubren su sentimiento. Y es que ellos son los únicos personajes que sienten y viven el amor en el universo de la novela, a diferencia del solitario médico Abrenuncio, el frustrado matrimonio entre Bernarda y el Márquez, el frustrado amor entre éste y Dulce Olivia, el obispo o las monjas. Entre los adjetivos tan ricos y cargados de imágenes que suele usar Gabo en sus obras y la descontrolada atracción de los protagonistas, logré sentir esas ansias febriles que los embargaban (o quizás solo era que mi enfermedad empeoraba y tenía un acceso de fiebre repentina).
El sufrimiento y los maltratos que le producían a la pobre protagonista, con la excusa de "curarla", también me hicieron sentir afortunado y más llevadero mi modesto padecer.Por otro lado, este año estrenaron la película de este magnífico relato. El trailer lo puedes chequear aquí.
Dos novelas noventeras, dos novelas breves, dos novelas de amor en medio de sociedades totalitarias y opresoras que traslucen la realidad social de la época en la que están ubicadas y nos recuerdan que no todo está perdido si te puedes dar el tiempo de, en estas épocas tan apresuradas, relajarte y olvidarte de todo con un libro. Y quizás con eso hasta te cures.