Julio es el mes de la patria y de la Feria Internacional del Libro, aunque sean malos tiempos para pensar en el país y en literatura. Los recientes sucesos en el Parlamento, en el que se quiso imponer a cuestionados candidatos para importantes cargos públicos (que incluso impulsaron a que Mario Vargas Llosa impulse un pronunciamiento contra esto) nos hacen dudar que las cosas hayan mejorado luego de tantos años de desarrollo económico y dos años del actual gobierno.
Imagen: Álvaro Portales
Aunque las últimas elecciones presidenciales nos dieron esperanzas, la corrupción y el amiguismo son tan fuertes como siempre. Y eso va más allá de la política. Le hacen un reconocimiento (otros dijeron "homenaje") a Martha Meier Miró Quesada en la FIL, que es organizada por la Cámara Peruana del Libro. Por su parte, previamente Martha Meier le había hecho un homenaje a la presidenta de esta Cámara, Doris Moromisato. ¿Eso no es también una repartija? Supongo que por eso MMMQ postuló a congresista por el fujimorismo.
Ya sabemos que el Congreso es lamentable, tanto en la calidad de sus normas y su trabajo fiscalizador, como en el nivel de sus integrantes. Pero, la FIL también, aunque no lo notemos tanto. El año pasado ya comentamos un poco esta sensación. Este año vemos que no hay muchas novedades, pocas ofertas, los mismos precios altos y, para variar, un cartel menor de autores comparado al de países vecinos, como ya comentamos hace unos meses.
Luis Thais dice que en el Congreso no hubo repartija, "sino un consenso". Ivan Thays dice que no está de acuerdo con el reconocimiento a Martha Meier. Las protestas callejeras sirvieron para que la decisión parlamentaria se caiga. ¿La protesta y las firmas contra MMMQ servirán para que el reconocimiento se caiga? Solo sé que a este paso, prefiero ir mañana al plantón en la Plaza San Martín que a la Feria del Libro. Y es que tenemos el Congreso que nos merecemos. Y tenemos la FIL que nos merecemos.
La 18º Feria Internacional del Perú está patas arriba. Asistí el viernes, sábado y domingo. Es decir me cobraron S/.12.00 y nunca me dieron el programa para poder enterarme de las actividades y presentaciones de libros. La respuesta era la misma: "Nos han fallado los impresores y aún no nos lo traen". Es decir, regalé ese dinero porque tenía que deambular dentro de una caótica feria, para ver a qué actividad asistía. Además, en la charla sobre la música puertorriqueña (sábado 20 julio) nunca llegaron los cables, y Luis Rodríguez se batía para que los asistentes no se fueran. Ni qué decir de los baños, una mierda absoluta. Al parecer carecen del aspirador quirúrgico, porque emanan una fetidez de campeonato.
ResponderEliminarGracias por compartir mi indignación.
Asu, felizmente no fui ni sábado ni domingo (pensaba ir para las presentaciones y una charla sobre Bolaño). Pensé que para esos días ya habría programa, pero parece que no una pena.
ResponderEliminarCuatro lucas no pone para eso nica.