Gracias a la Primera Bienal Mario Vargas Llosa, la semana pasada fue la más animada y con más escritores interesantes que recuerde en Lima. Uno de ellos fue Fernando Iwasaki, del que hemos leído casi todo lo que encontramos y que tuvo la amabilidad de responder a nuestras preguntas y de contarnos tantas cosas, que hay como cinco frase distintas para titular esta entrevista. Mientras conversaba con un programa de televisión, aproveché para tomar unas fotos.
En tus obras se ve que estás conectado a la cultura popular (música,
fútbol, etc.) Y sin duda la tecnología se ha vuelto parte de esta cultura. En esta Bienal has
participado en una ponencia titulada "Escribir literatura en un mundo
tecnológico". Recordando que tus últimos libros tienen títulos como Papel carbón o El laberinto de los cincuenta. ¿Cómo es tu relación con la
tecnología?
Soy un torpe usuario de la
tecnología digital. Es decir, que escribo con computadora y mando y recibo
correos electrónicos, pero todos mis programas son antiguos: Word 2007 y Eudora
1998 para correo electrónico. Por otro lado, ya no veo la televisión porque no
sé sintonizar los canales y encima no comprendo los controles remotos
contemporáneos. En mi trabajo me dieron un iPhone corporativo y tardé más de
una semana en descubrir cómo se contestaban las llamadas. Nunca podría ser
usuario de Mac porque son demasiado complicados para mí. Para colmo, hace dos
años me regalaron un eReader y de pronto todas las novelas que leía en versión
digital me parecían malísimas, hasta que de pronto releí una de esas novelas en
papel y la encontré muchísimo mejor.
Leí que estás planeando un libro en el que vuelven los personajes de Libro del mal amor ¿Qué hay sobre esto?
Es verdad, se trata de una
novela que comencé en 2005 y de la que tengo redactadas unas 50 páginas, pero
tuve que interrumpir la escritura por falta de tiempo. Mi forma de escribir es
muy caprichosa, porque no hago borradores y escribo en limpio de frente.
Entonces preciso dedicar tres o cuatro meses a la novela y escribir unas
dieciocho horas diarias. Y como no dispongo de ese tiempo, me resigno a la idea
de retomar el manuscrito en algún futuro remoto. Pero sí, en esa novela –que
será la penúltima que escriba- el protagonista de Libro del mal amor ha muerto en
extrañas circunstancias y su viuda (la chica que aparece al final final de la
novela) manda a Sevilla a un investigador que conoce al periodista Barberán y
al guitarrista flamenco Rebollo.
A diferencia de tus primeros libros de cuentos, los que vinieron
después son más orgánicos (Inquisiciones
peruanas (época virreynal), Ajuar
Funerario (terror), Helarte de Amar
(erótico), España, parta de mi estos
premios (sobre concursos). Incluso tienes un libro solo sobre crónicas de
la Liga Española (El sentimiento trágico
de la Liga). Como tienes varios cuentos o textos relacionados a la música
¿Has pensado publicar un libro solo sobre este tema?
No he pensado publicar un
libro dedicado a la música, pero sí pienso que la relación con mi obra es
musical. Es decir, que quiero terminar cuanto antes con mi discografía para
sólo dedicarme a dar conciertos en vivo. En cuanto a los libros de cuentos como
publicaciones unitarias y coherentes, lo que me propongo es acercarme a ciertos
temas más bien graves y solemnes a través del humor. A saber, el terror (Ajuar funerario), la represión (Inquisiciones Peruanas), el erotismo (Helarte de amar), la identidad (España, aparta de mí estos premios) y en
el caso de las novelas, el desamor (Libro
de mal amor) y el dolor físico (Neguijón).
Además de Neguijón ¿Has
pensado en hacer novela
histórica? ¿Hay algún autor que te guste de ese género?
histórica? ¿Hay algún autor que te guste de ese género?
La novela que interrumpí en
2005 tiene muchos episodios vinculados con la historia peruana, centrados
especialmente en el siglo XIX. El problema es que por novela histórica se
entiende muchas veces un producto comercial muy definido en la forma y en el
fondo, con tapas duras y argumentos más bien medievales, con ramalazos
vampirescos y esos decorados góticos, tan propicios a los templarios.
Hay escritores como Bryce y Ribeyro en los que existe mucho humor en
sus obras, pero otros como Vargas Llosa o Arguedas que no. Aunque atraviesas
varios géneros, tus libros se caracterizan por el humor. ¿Has pensado escribir
algo que sea puramente dramático, algo, no sé, a lo Coetzee?
No estoy muy de acuerdo con lo
del “mucho” humor en Ribeyro y la ausencia de humor en Vargas Llosa. En Ribeyro
el humor aparece en sus últimos cuentos («Alienación», «Tristes querellas de la
vieja quinta» y «El marqués y los gavilanes») o en libros muy tardíos como Sólo para fumadores. Por otro lado, En
el primer Vargas Llosa es verdad que no había humor, pero a partir de Pantaleón y las visitadoras la cosa
cambió y así llegaron La tía Julia y el
escribidor, Elogio de la madrastra,
Los cuadernos de don Rigoberto, Travesuras de la niña mala y El héroe discreto. En cuanto a escribir
algo puramente dramático, cuando termine la penúltima novela que comencé en
2005 empezaré a trabajar en la última, sobre la figura de mi abuelo japonés. No
me imagino esa novela con humor.
Varias veces te han preguntado sobre tus autores y
libros favoritos. Pero he visto que eres fan, de por ejemplo, Los 4 fantásticos. Para variar un poco de pregunta ¿Tienes cómics favoritos?
libros favoritos. Pero he visto que eres fan, de por ejemplo, Los 4 fantásticos. Para variar un poco de pregunta ¿Tienes cómics favoritos?
Prefiero los cómics de
superhéroes antes que los cómics de género negro. Marvel Comics y DC Comics
tienen colecciones que me encantan. Por ejemplo, los cómics de Namor son
estupendos porque se trata de un personaje marginal que no pertenece a los
Vengadores aunque tomó partido en Civil War,
lucha contra Los 4 Fantásticos pero se lía con Susan Richards, es amigo de Hulk
e incluso del Dr. Doom. De chico leía una historieta mexicana que se llamaba El Monje Loco y luego estaban los cómics
de Asterix.
¿Existe una opción que publiques en el Perú con alguna editorial? ¿Cómo
Peisa de nuevo u otra?
En 2010 publiqué Nabokovia Peruviana con Aquelarre de
Arequipa y ahora mismo colaboro con la editorial Ceques de Cusco. También la
Asamblea Nacional de Rectores del Perú me va a publicar un libro de ensayos
titulado Mínimo Común Literario. Por
lo tanto, está claro que no voy a dejar de publicar en el Perú, aunque
reconozco que me haría más ilusión publicar en editoriales provincianas.
¿Relees? ¿O prefieres descubrir nuevos autores? ¿Cómo haces para elegir
que leer?
Es más grato rescatar a un
autor olvidado que descubrir a un escritor novel, pero ambas cosas constituyen
lo mejor de esta profesión. Y por supuesto que releo, pero cuando no es por
trabajo sólo releo a ciertos clásicos por placer: Homero, Cervantes, Montaigne,
Stendhal, Eça de Queirós, Poe y Borges por encima de todos.
¿Qué crees que falta para mejorar el mercado editorial en el Perú?
Lectores que lean los libros
que compren. Bastaría con mil lectores de poesía y cinco mil de narrativa. En
España tampoco hay muchos más.
Así como eres ciudadano de muchos lugares, eres hincha de varios
equipos. Leí que eres hincha del Newell’s de Rosario ¿Cómo surgió esa curiosa
afición en un lugar en el que, aparentemente, no resides?
En Lima siempre fui de la “U”
y del Newell’s me hice por papá, que lo vio jugar en Lima y le encantó. Por
otro lado, todas las ciudades del mundo tienen un equipo rico, señorial y
aristocrático y otro más bien pobre, plebeyo y popular. Los primeros son
apolíneos y los segundos dionisíacos. El «Ñuls» es el dionisíaco de Rosario y
el Central el apolíneo. Dionisíacos son Inter, Boca, Lazio y Atlético de Madrid
y Apolíneo son Milán AC, River Plate, Roma y Real Madrid, respectivamente. En
Sevilla el dionisíaco es mi Betis y apolíneo el otro equipo de la ciudad.