¿Qué es ser patriota? Como comentábamos en un post anterior, no es alentar a la selección en los partidos de la Copa América o pensar que el país siempre tiene la razón frente a tribunales internacionales como la Corte Interamericana de Derechos Humanos, ahora que ha salido la sentencia sobre el caso Chavín de Huántar. Para ser patriota hay que querer a un país, y para eso primero hay que conocerlo.
Y ante tanto barullo mediático, a veces es mejor viajar para despejar la mente. Aunque ya habíamos estado en algunos lugares como Cuzco, Apurímac o Piura, esta vez fui a la ciudad más librera del país, después de la capital: Arequipa. Mi opinión quizás no sea la más objetiva (3 de mis 4 abuelos son de ahí) y además esta es la quinta vez que llego a la Ciudad Blanca, pero la pasé muy bien.
Arequipa tiene algo que no tiene Lima y que es ideal para los libros: el clima. La falta de humedad hace que se conserven muy bien. Y es probablemente la ciudad peruana con más librerías, descontando Lima, que recuerde.
De la Plaza de Armas, camino por la calle San Francisco y encuentro los locales de la SBS y de la librería El lector, que solo tiene sede en esta ciudad. Cara, pero simpática.
Me dirijo a la Biblioteca del Gobierno Regional, llamada como el arequipeño más célebre de todos: Mario Vargas Llosa.
Me dirijo a la Biblioteca del Gobierno Regional, llamada como el arequipeño más célebre de todos: Mario Vargas Llosa.
Es un local con gran variedad de ejemplares y un ambiente muy acogedor, mucho mejor que la deprimente sede de la Biblioteca Nacional, entre el smog y la bulla de la Avenida Abancay en Lima.
Desde el año pasado, el autor de Conversación en La Catedral, ha ido donando paulatinamente varios de los 30 mil libros de su biblioteca personal que pasarán a este local. Me pregunto si esta donación no se verá afectada por el divorcio del escritor, ahora que se repartirán varios de sus bienes. Estos libros se trasladaron a una casona, que está al costado de la Biblioteca, para que puedan ser de acceso público. Sin embargo, hasta ahora no pueden ser disfrutados. Y aparentemente no lo serán pues, parece que la biblioteca será virtual, es decir, no habrá acceso físico a los ejemplares.
Hay muchos otros lugares más para conseguir buenos ejemplares, como la librería Aquelarre, o las librerías de viejo de la calle Tristán, que me hicieron recordar las de Quilca. Incluso fui a merodear un poco por La Cachina Arequipeña, donde se pueden encontrar algunas cosas interesantes.
Todo esto gracias a un amigo arequipeño que usa un nick de una célebre novela de ciencia ficción (Neuromancer), el que, al igual que Vargas Llosa, ha sido muy generoso con parte de su biblioteca, de la cual ha regalado varios ejemplares no solo a mí, sino a otros amigos. Saludos si lees estas líneas y la próxima vez que vaya por allá, espero quedarme más tiempo.
Todo esto gracias a un amigo arequipeño que usa un nick de una célebre novela de ciencia ficción (Neuromancer), el que, al igual que Vargas Llosa, ha sido muy generoso con parte de su biblioteca, de la cual ha regalado varios ejemplares no solo a mí, sino a otros amigos. Saludos si lees estas líneas y la próxima vez que vaya por allá, espero quedarme más tiempo.