Pensar que en el 2011 y 2012 hacíamos una listaza de los libros leídos como resumen del año. Ahora, en lo que parece casi una competencia de carácter deportivo para ver "quien lee más", vemos en goodreads cada reto más atorrante que el otro y en Instagram todo es "20/40", "55/60" entre otros guarismos que solo reencarnan el pánico infantil que le tuve durante la primaria a las fracciones.
Suficiente motivo para que los resúmenes del año sean hace tiempo distintos porque, para empezar, da flojera hacerlos a fin del año viejo, siendo los indicado escribirlos al comienzo del nuevo con toda la perspectiva que te dan miserables quince días extra.
Al inicio del año (bueno, en marzo-abril) dos referencias libreras ocupaban primeras planas: la primera, sobre el flamante nuevo Primer Ministro:
La segunda, un libro que fue motivo de polémica aunque seguramente nadie lo haya leído (?) (al menos no sale ne goodreads):
Sin duda este fue el año de Vargas Llosa, no solo por Tiempos recios que nos hizo recordar por momentos sus mejores épocas, sino hasta por haber sido homenajeado con su propia FIL. Solo el cumpleaños del Nobel pasaría algo desapercibido en el face de la Universidad San Marcos, en comparación con la muerte de "perrovaca".
Este año, Bryce anunció su retiro de la literatura. Aunque hubo otro retiro más sonado, el del propio MVLL de la presentación del libro La literatura es fuego de Mariana de Althaus en la FIL. Luego la propia Mariana retiraría también la presentación de los eventos programados. Esto empezó por la crítica a la Bienal MVLL en la que se cuestionaba el número de mujeres participantes y terminaría en el roche de la inauguración de la misma FIL en una mesa compuesta exclusivamente por hombres. Sobre ello, algo escribí aquí.
Entre memes del gato y del Joker, la parlamentaria Karina Beteta superaría a Joyce con un enredado discurso que bien merecía que cierren el Congreso (al final eso ocurrió). Y para que vean que los libros siguen siendo apreciados en nuestro país, una chica que arrolló con su auto y mató a dos jóvenes salió a dar una entrevista con una bonita biblioteca de fondo, como recurso clásico para parecer buena onda.
Siguiendo en #ModoLector, como todos los años, se discutió la renovación de la Ley del libro y nuevamente se prorrogó su vigencia, para beneplácito de nuevas librerías como la de Estruendomudo o la web de Buscalibre. Mientras en el Perú seguíamos discutiendo estos trascendentales temas y en Suecia se revelaba al ganador del Nobel del 2018, con un año de retraso, por el escándalo sexual ya conocido y, claro también al del 2019; en Sudamérica estallaba una pequeña revolución.
Llamada por algunos el "nuevo boom latinoamericano", escritoras de nuestro continente continuaban ocupando portadas, integrando recuentos y obteniendo premios. Algunas ya las había leído como Samanta Schweblin y otras, venidas de Ecuador, eran un grato descubrimiento; como María Fernanda Ampuero y Mónica Ojeda; de Ecuador.
Fue en ese país (que por fin visité este año) donde también empezaron una serie de protestas que seguirían en Chile (donde se colocaban carteles con extractos de un libro de Zambra y Zurita salía a marchar bandera en mano) y Bolivia (donde un escritor ganaría las elecciones hasta antes de un golpe de Estado).
¿Y acá? Discutiendo sobre el número de "había" de Mañana tendremos otros nombres de Patricio Pron. Hasta que el Tribunal Constitucional no tuvo mejor idea que liberar a Keiko Fujimori y, en esa fatídica sentencia, citar innecesariamente Los geniecillos dominicales de Ribeyro, que debe estar revolcándose en su tumba. Al menos este año no nos malograron la Navidad ni el Año Nuevo.
¿Y el resumen de la década? cuando acabe el 2020 :)