El año pasado, trabajando en un stand de la Feria de Guadalajara, se desarrolló el siguiente diálogo con un simpático señor argentino (SSA, a partir de ahora):
SSA: (luego de revisar varios libros) ¿Y de dónde sos? ¿De donde es esta editorial?
Yo: Somos de Perú.
SSA: ¿Libros de Perú? ¿De Perú? ¿Me estás cargando? (risas) De Perú, lo único bueno, es la gastronomía.
Yo: ¿Así? ¿Y por qué no vas y se lo dices a Vargas Llosa? A ver (con dejo rioplatense) ¿Cuántos Nobel tenés? Eterno virgo de Nobels. Hasta Trinidad y Tobago tiene más que tú, cero copas.
En fin, nunca he creído eso de que "el cliente siempre tiene la razón", supongo que por eso no puedo "vivir de los libros" (aunque sea de la forma más prosaica) y seguramente ese fue el motivo por el que el dueño del stand me regresó rápido de vuelta al DF. Lo que no me ocurrió ni en Córdoba, ni en Rosario ni en Buenos Aires (lugares maravillosos y muy recomendables), me pasó en Jalisco. Esas cosas raras pasan.
Pero si hablamos de cosas raras, en menos de un mes se entrega el Premio Nobel de Literatura, donde la norma es que pasen cosas raras. A pesar de ello, y como pasa con los campeonatos de fútbol, este tipo de premios pueden influir mucho en la autoestima de una nación, de ahí la expectativa (y mi aireada e injustificada reacción ferial).
Aunque por otro lado pareciera que es más de lo mismo, los voceados suelen ser los de siempre y el ganador el menos esperado. A pesar de eso, solo por el hecho de que va a ser la primera vez en la historia, en 114 años del premio, en que una mujer presidirá la Asamblea Sueca para otorgar el Premio , creo que este 2015 ya es especial.
Este cambio, y la salida del anterior secretario, Peter Englund, que ocupó el cargo desde 2009, sin duda hará que los criterios varíen, así que habrá mas sorpresas aún (si es que esto es posible).
Los candidatos que suenan más fuerte suelen ser los últimos años los mismos y, para variar, las principales casas de apuestas (Ladbrokes, Unibet, Nicerodds y Paddy power) coinciden en un mismo nombre que, normalmente, es el que nunca gana ese año. En el 2013 y 2014 fue Haruki Murakami, este año le tocó la saladera a la bielorrusa Svetlana Aleksiévich, unánime favorita en todas las páginas webs.
El que completa el podio de sonados es el keniano Ngugi Wa Thiong'o. Yo le apostaría a este. Si se ve desde la perspectiva de la cuota, luego de un sudamericano (2010) y una mujer (2013), toca alguien de África (comentario políticamente incorrecto del día).
Por mi parte, y sin ser pro-gringo en lo absoluto, ya debería ganar algún norteamericano (no ganan, como los argentinos en el fútbol, desde 1993). Y vaya que hay nombres para escoger: Roth, Auster, Pynchon, Cormac McCarthy, Franzen...
O quien sabe, quizás lo gana Piglia o Cesar Aira y, como Chile con la Copa América, entra un nuevo país a la lista...
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