"Cuando Gregorio Samsa se despertó una mañana después de un sueño intranquilo, se encontró sobre su cama convertido en un monstruoso insecto". Debe ser uno de los inicios más atrapantes de todos los tiempos y si seguí leyendo de niño fue porque pensaba que quizás después se convertiría en un insecto más grande que devoraría a su familia y destruiría todo a su paso, debiendo ser controlado por el ejército que dispararía inútilmente a esta versión insectoide de Godzilla.
No obstante mis fantasías de película serie B, Kafka no quería que el lector sólo se quede en la anécdota del hombre que se vuelve insecto (por eso, solicita al editor que, en la carátula de la primera edición del libro (que pueden ver a su derecha) no aparezca ningún bicho ni nada relacionado). Pero los problemas de la portada, no acaban con la imagen, pues el título de la obra, también es motivo de discusión: se ha dicho que lo correcto es traducirla como La transformación.
Y es que esta breve novela es y será una máquina de interpretaciones y opiniones divergentes y siempre surgen nuevas ideas tras su lectura. Una, particular tema de obsesión para los más jóvenes, es la de la autopercepción. A veces nos sentimos como insectos, como seres repugnantes e insignificantes que pueden ser aplastados en cualquier momento. Este proceso de deshumanización que sufre el protagonista de la historia está relacionado con las nuevas formas de vida de principios del siglo XX, producto de la urbanización y los trabajos industriales y hasta se le ha señalado como una anticipación al sentimiento que produjeron los totalitarismos y genocidios de la Segunda Guerra Mundial.
Otro tema importante, es el del futuro y el sentido de la existencia. Cuando no tienes la menor idea de lo que vas a hacer con tu vida y te quejas y angustias por el porvenir, las cosas pueden cobrar otro cariz cuando de repente tienes seis patas y caparazón. Es increíble como la principal preocupación de Gregorio es que va a decir a su jefe en el trabajo o el tema del dinero, y como a su familia también es lo único que le importa. Sin duda, y como se ve también en El proceso, el escritor checo se adelanta al existencialismo.
Y ahí hay otro tema clásico: las relaciones con el mundo exterior, en especial con la familia. Cuando sientes que a tu familia no le importas más que a una simple cucaracha y te das cuenta que estás solo en el mundo, y ese mismo aislamiento sucede con el jefe de la chamba, los huéspedes, las criadas, todo se ve desde diferente perspectiva. Supongo que ese tipo de cosas hacen que te vuelvas emo.
La idea de una historia con animales que hablan o piensan (Firmin de Sam Savage, Tombuctú de Paul Auster, Maldito Karma de David Safier, Los Perros hambrientos o Rebelión en la granja, etc.) aparentemente resulta simpática, pero en La metamorfosis se tuerce y se convierta en una pesadilla horrenda. La pérdida de lo humano en Samsa no solo nos recuerda que todos somos animales, sino que podemos ser peor incluso. Gregorio por su condición y a través de sus penurias es tratado como un monstruo, pero él no lo es: el infierno (y los monstruos) son los otros.
Y así, podríamos seguir hasta el infinito porque las interpretaciones son innumerables. Terminaré con otra. Por ahí encontré una interpretación que refiere que Gregorio en realidad nunca se convierte en insecto, sino que llega a sentirse así por su situación asfixiante y muere convencido que se ha transformado en artrópodo. Tanto poder tiene la visión externa que sugestiona al personaje principal hasta hacerlo vivir en un mundo que no existe. Ese es, de alguna forma, el gran poder de la Literatura.
Ese es mi libro favorito. Definitivamente Kafka es un autor que deja mucho al análisis con sus obras, además del sutil enfoque autobiográfico que se absorbe entre líneas.
ResponderEliminarHola Lain, a mi el libro kafkiano que más me impactó fueron sus "Diarios" y algunos relatos de "La condena" y "La muralla china". Veo por tu blog que eres superfan del checo, has puesto muy buenas frases de él!
ResponderEliminarsaludos
Excelente libro, lo leí hace muchos años en el cole cuando leer no era uno de mis pasatiempos y sin embargo me enganchó de principio a fin.
ResponderEliminarKafka tiene un peculiar estilo literario que termina siendo más sencillo de entender de lo que parece, a pesar de que ha sido demasiado escudriñado por la critica.
Saludos!
Hola María del mar!, yo también lo leí en el cole y me pareció accesible, aunque después lo he ido leyendo con otros ojos, a veces efectivamente la crítica puede darle sobreinterpretaciones al texto.
ResponderEliminarsaludos!
me ha fascinado la entrada, sobre todo porque de tarea debo escribir algo sobre la metamorfosis y esto me ha dado excelentes ideas!
ResponderEliminarsaludos :D
Gracias! Me alegra wue e haya gustado, para eso estamos.
ResponderEliminarsaludos
Muy buena reseña! coincido en lo que escribiste.
ResponderEliminarJajaja, gracias Ann, saludos!
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